He cuestionado en varias oportunidades la aprobación de la ley que modifica el Consejo Directivo de la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria – SUNEDU (ver Ley N° 31520), puesto que sabotea la educación superior de calidad y nos regresa la fracasada Asociación Nacional de Rectores (ANR).

Debido a estos cuestionamientos he sido objeto de difamaciones relacionadas con mi participación ad honorem en las comisiones que seleccionaron a los miembros del Consejo Directivo de la SUNEDU (ver artículo 4 del Anexo 2: “Lineamientos del concurso público para la selección y designación de los miembros del Consejo Directivo de la SUNEDU”) (ver Resolución N° 326-2016-MINEDU y Resolución N° 238-2017-MINEDU).

La actual rectora de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos ha sostenido que el Partido Morado, del cual formo parte, estuvo detrás de la elección de los miembros del Consejo Directivo, y que el partido y yo “controlábamos la SUNEDU”. He rechazado tajantemente estas falsedades. Envié una carta notarial a la rectora solicitando que se rectifique y retire sus mentiras (ver carta).

Para ver la diferencia entre el cuidado que tuvimos en la selección de miembros del Consejo Directivo durante el tiempo que participé en dicha actividad, y la manera en que se ha distorsionado el mandato y degradado la dirección de SUNEDU (leer artículo).